lunes, 22 de mayo de 2023

Los sueños arruinados a las puertas de unas elecciones

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 Ángel Benito

Convento de las Bernardas | Foto: Ángel Almeida
22-05-2023

Se cumplen cuatro años de una de las grandes injusticias que esta ciudad dedicó a uno de sus hijos predilectos y que demostró la hipocresía social a la que estamos sometidos.

A veces es bueno mirar hacia atrás y ver que no siempre los buenos ganan. Que no todos los cuentos tienen final feliz y que los malos siempre pueden tener su cuota de protagonismo. Porque, no nos engañemos, esta historia era de buenos y de gente que se abrigó en los mitos para montar manifestaciones para evitar que en su barrio hubiese personas con ganas de redirigir su vida. Se cumplen cuatro años en que muchos vecinos del barrio de Prosperidad salieron a la calle para decirle a Manuel Muiños que el Monasterio de las Bernardas no era un lugar para reinsertar drogodependientes. Que estaban muy bien alejados en la carretera de Alba sin molestar a nadie. «Yo si quiero le doy un donativo, pero que no molesten», le decían al que hoy es Hijo Adoptivo de la Ciudad de Salamanca.

Me costaba encontrar argumentos para la defensa y cuatro años después se me sigue formando un nudo en la garganta cuando repaso las teorías conspiratorias que se difundían a través de folletos. Los granos de arena se iban haciendo montañas: «Se va a construir un centro de MENAS», «Vamos a tener drogodependientes a nuestras puertas», «No nos van a dejar vivir en paz». El padre Muiños iba desmontando una a una cada teoría. Tenía el apoyo del Obispado, de la Junta de Semana Santa de Salamanca y el resto de instituciones no elevaban mucho la voz a las puertas de unas elecciones municipales, como la que nos encontramos ahora. «Creemos que es importante que nuestro barrio se movilice en contra de dicha ubicación porque solo nos puede traer problemas dado que es un barrio con mucha gente joven», rezaban los folletos de aquella reunión del 13 de mayo donde se recordarían todos aquellos viejos clichés: jeringuillas por las calles, aumento del vandalismo, etc… sin olvidar que los otros dos puntos de Proyecto Hombre (Capuchinos y Parque Fluvial) jamás han dado ningún tipo de problema.

Creo que nadie de los que protestó hace cuatro años pondría en duda la designación de Muiños como hijo adoptivo de la ciudad, ni de sus acciones en favor de Proyecto Hombre. Pero, tampoco ninguno daría un paso atrás para arrepentirse de lo que hizo. Mejor ver como el monasterio se vuelve decrépito, al margen de acoger la noche del Domingo de Ramos el regreso del Cristo del Perdón, a que se viera hacer una verdadera obra de caridad en el barrio. Decía yo en 2019, en estas mismas páginas, que confiaba en que no se acabase imponiendo el pensamiento único. Que confiaba en una sociedad salmantina que recapacitara y escuchara. Pero como todo… la promesa fue cayendo en el olvido, todo se fue disipando y tras las elecciones nadie se acordó de que en el interior de aquel viejo monasterio de Las Bernardas volviera a cultivarse la vida. Volvieran a nacer personas que lo habían perdido todo. Sirva de recordatorio de que a veces ganan los malos y no hay información que rebata una ‘fake news’ mal intencionada.

Pero, aquí tiene mi donativo.

1 comentarios:

  1. Cabe recordar, que los vecinos se opusieron a su ubicación no a la labor, que el monasterio es propiedad privada y se encuentra en la actualidad en perfecto estado, que hay culto todos los domingos ( 10,30 horas )no solo el domingo de ramos,etc y por el último que antes de publicar conviene informarse

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