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| Nuestro grupo inicia otro curso con el propósito de poner la palabra alrededor de una mesa | Fotografía: Pablo de la Peña |
12 de noviembre de 2015
El tiempo, como poderoso tamiz de todo lo que atañe a las relaciones humanas, desecha con poderío incuestionable los rebordes que tantas veces crean el desencuentro y todo tipo de discordias y retos innecesarios.
Hemos de reconocer que los motivos fundacionales de la Tertulia Cofrade Pasión, en el origen, posiblemente fueron de algún modo contraproducentes para que de alguna forma pudiera darse algún tipo de acercamiento a las cofradías y hermandades de Salamanca. Por tal causa la Tertulia se convirtió en diana de todo tipo de comentarios poco favorables, y muy motivados por cuestiones de índole personal, que interferían de forma contundente entre quienes eran claros protagonistas de viejas trayectorias y ensañados desencuentros.
Pero pasados los años nos encontrarnos en esta época en la que el horizonte es más que esperanzador, con la llegada de nuevos socios que desde el punto de vista intelectual y humanista aportan, dentro de la pluralidad que nos define, otros bríos que enriquecen de forma clara las perspectivas del grupo.
El caso es que si miramos hacia atrás es fácil caer en la cuenta de que en el fondo los conflictos contribuyeron a bosquejar el horizonte donde debíamos encontrarnos con las cofradías y hermandades, a través de la relación natural que debe poner de manifiesto por encima de todo nuestra condición cristiana. Y así nuestra sede se ha convertido en lugar de encuentro y análisis de la Semana Santa, logrando la aproximación y la cordialidad que ayudan a comprender que nos unen fuertes lazos emocionales a esta Semana Santa que ocupa en nuestro corazón un lugar privilegiado.
Fueron muchas las aportaciones que surgieron de nuestra Tertulia a través de los años, pero ha de destacarse desde el inicio la actividad cultural que entonces prácticamente era inexistente dentro del ámbito cofradiero.
Aquella revista que comenzamos a editar bajo el titulo Pasión en Salamanca, fue cambiando sus contenidos locales por los de una amplia temática religiosa y cultural relacionada con los momentos claves de la Pasión, hasta convertirse, gracias al gran elenco de colaboradores de reconocido prestigio y a una buena dirección, en una de las publicaciones del género más importantes de cuantas se publican en nuestro país.
Pero se me antoja (para no irme demasiado lejos en la búsqueda de remembranzas) que en tiempos más recientes, nuestra Tertulia ha conseguido y promocionado otras actividades de cierta relevancia. Puede valer como ejemplo el haber logrado que el diccionario de la Real Academia de la Lengua introduzca en sus páginas la palabra procesionar. Término que ha de reforzarse, esperemos que no tardando mucho tiempo, con la inclusión de otros léxicos que usamos quienes nos movemos en este apasionante mundo de la Semana Santa salmantina y española.
El caso es que nuestro grupo inicia otro curso, con el propósito de poner la palabra alrededor de una mesa para que la diversidad que propugnamos presida la discrepancia o el consenso mirándonos a los ojos, pues el acento cristiano, como siempre, presidirá la discusión o ese aprendizaje que anhelamos en quienes, desde la ilustración o el pensamiento, de forma altruista seguirán acudiendo a nuestra sede.
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