lunes, 10 de octubre de 2016

Artistas y cofradías

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Montserrat González

El escultor Sebastián Santos Rojas y la lápida donde reposan sus restos incinerados

10 de octubre de 2016 

Desde que las cofradías tardomedievales, siguiendo el impulso de las órdenes mendicantes por difundir la devoción a las reliquias de la Pasión de Cristo, incluyen en sus reglas la salida a la calle en procesión solemne portando los misterios de la Pasión, unieron indefectiblemente su destino al de los artistas que con el diseño de escenas teatralizadas acomodaron la Palabra a la imagen, acercando lo sobrenatural a un mundo natural.

Son muchos los artistas que, a lo largo de los tiempos, encerraron en sus creaciones la veracidad de la historia sagrada poniendo toda la luminosa certeza de su arte al servicio de cofradías y hermandades. Artistas que con sus obras humanizaron las escenas religiosas representando los acontecimientos más importantes sin olvidarse de incorporar detalles de la vida diaria obligando, de ese modo, al espectador a una experiencia más íntima que difícilmente podrían conseguir de otra manera. Y así, las imágenes sagradas concebidas por artífices e imagineros juegan un extraordinario papel penetrando en el misterio de la Semana Santa al tiempo que facilitan respuestas de fe y devoción.

Sin duda, el principal fin de una hermandad o cofradía en el exterior es sacar a sus imágenes exteriorizando el culto, llevando la religión a la calle y dando testimonio público de fe católica desde que así lo estableciera el Concilio de Trento en el siglo XVI. Podemos afirmar que a menudo son las imágenes las que con su fuerza otorgan el sello y la personalidad de las cofradías. Imaginería, orfebrería, pintura y bordados se aúnan enriqueciendo el patrimonio artístico atesorado por las hermandades.

Hoy en día, ¿son conscientes nuestras cofradías de la inmensa deuda que contraen con imagineros, orfebres y artesanos? Especialmente ahora que parece que una cofradía no tiene ningún valor si no cuenta entre su patrimonio con la imagen de algún artista de renombre, a ser posible de origen andaluz. Pero una vez conseguida la talla, ¿valoran las cofradías el proceso creativo de su autor? ¿Se dejan asesorar por el artista a la hora de un correcto atavío e indumentaria que potencien las tallas escultóricas?

Reflexionaba sobre estas cuestiones al hilo de una conversación mantenida días atrás con el escultor gaditano José Miguel Sánchez Peña, artífice de la Virgen de las Lágrimas que acompaña cada Miércoles Santo al Flagelado de Carmona. Me enviaba una imagen de la capilla de la Hermandad del Silencio de Sevilla donde un azulejo recordaba la presencia de los restos incinerados del artista responsable de la imagen de María Santísima de la Concepción: Sebastián Santos Rojas. ¿Acaso puede haber mayor honor que reposar para la eternidad junto a la talla esculpida? Precioso detalle que denota la sensibilidad de una cofradía para con su artista.

Para valorar y apreciar en su justa medida el trabajo realizado por los artistas en el terreno de la Semana Santa, quizá sería conveniente fomentar entre el gran público el conocimiento de su vida y obra a través de exposiciones iconográficas que animen, estética y espiritualmente, nuestra Semana Santa. Exposiciones donde se pueda profundizar en el sentido religioso que han querido transmitir los artistas y en la manera que lo lograron con sus aportaciones creativas. Exhibiciones donde las imágenes puedan descansar de su peregrinaje callejero para mostrar su plena belleza. Muestras de arte religioso que recojan todo el misterio pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Cristos sufrientes, yacentes, Vírgenes dolorosas, esperanzadas, Cristos resucitados…imágenes que expresan un sentimiento profundo de fe de los que las adquirieron haciendo verdaderos sacrificios, tallas que nos hablan de la fuerza creadora de sus artistas capaces de transformar fragmentos de materia en iconos de belleza y sentimiento.

Necesitamos difundir la creación artística y hacer que el público se entusiasme con aquellos detalles que delatan la genialidad e ingenio de los artistas clásicos y contemporáneos, que a menudo pasan desapercibidas en los desfiles procesionales. Divulguemos pues los bocetos, modellini, apuntes, bosquejos y un largo etcétera, para que el visitante encuentre un deleite en la contemplación de estos apuntes de belleza encerrada que con el tiempo se convirtieron en obras totales, épicas, puesto que transforman a los dioses en imágenes de devoción. Como recordaba recientemente en una entrevista el historiador Tomas Llorèns, Europa ha inventado algo que no han conseguido otras culturas y es la transformación de las emociones estéticas en grandes principios morales, especialmente desde el gran Miguel Ángel. Que nuestras cofradías y hermandades sean dignas depositarias de estos principios estéticos.


3 comentarios:

  1. ME PARECE BIEN QUE SE VALORE LAS RELIQUIAS Y LAS IMAGENES, Y QUE LAS COFRADIAS NO ESTÁN SÓLO PARA PROCESIONAR SI NO QUE TAMBIÉN SON LOS CUSTODIOS, LOS GUARDIANES Y DIFUSORES DE LA DEVOCIÓN DE LA FE CATÓLICA.

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  2. ME PARECE UN ARTÍCULO ESTUPENDO, QUE NOS HACE REFLEXIONAR DE LA IMPORTANCIA DE LAS COFRADIAS COMO GUARDIANES DE LAS RELIQUIAS DE LA PASIÓN DE CRISTO ASI COMO TAMBIÉN DIFUSORES DE LA FE CATÓLICA. PERO UNA PEQUEÑA A MONESTACIÓN, QUE CONSISTE QUE A VECES NO SE LE DA EL SUFICIENTE MERITO A LA OBRA DEL ARTISTA IMAGINERO.

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  3. ME GUSTA LA HISTORIA DEL COMIENZO DE LAS PROCESIONES, QUE LAS COFRADIAS SON LAS CUSTODIAS Y LAS DIFUSORAS DE LAS QUE CONSERVAN LAS IMAGENES Y AYUDAN A LA FE CATÓLICA A DIFUNDIR LA DEVOCIÓN DE LAS RELIQUIAS DE LA PASIÓN DE CRISTO. BUEN ARTÍCULO

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