miércoles, 15 de febrero de 2017

El acento andaluz de don Carlos López

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Daniel Cuesta SJ

El obispo de Salamanca, Carlos López, inciensa el paso de Nuestra Señora de la Alegría | Fotografía: ssantasalamanca.com

15 de febrero de 2017

Sacadas de contexto y utilizadas en aras de polémica y tergiversación, las palabras que don Carlos López utilizó en un medio informal y privado aparecen públicamente y usadas como cuchillos que se lanzan unos y otros con distintos intereses.

A mí personalmente esto me duele; en primer lugar por constatar que en este país lo mejor es no decir nada, porque toda palabra que se escriba o pronuncie puede ser utilizada en tu contra. Y si a esta realidad se le añade la condición eclesiástica o religiosa, el resultado es que el comunicador es públicamente castigado sin mayor miramiento.

Y en segundo lugar, me duele porque siento un gran afecto hacia la persona de don Carlos López, con quien tuve la suerte de poder colaborar durante mi estancia en Salamanca, y también hacia la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus vestiduras y María Santísima de la Caridad y el Consuelo, a la que tengo el orgullo de pertenecer.

Creo que las personas que conozcan a don Carlos no tendrían duda en definirle como una buena persona: un hombre de Dios. Un obispo humilde, que se hace presente en prácticamente todas las realidades pastorales de la diócesis, pues tiene un gran anhelo de hacer que Jesús sea conocido por todos los salmantinos. Alguien que ha acompañado y apoyado a las cofradías, a veces en contra de otras opiniones diocesanas. Y, por supuesto, una persona prudente y discreta, que sabe medir sus palabras.

Por todo ello, me cuesta leer estos días expresiones como "baculazo", "arremete", "xenófobo", "anticofrade", "dictatorial", haciendo alusión a las palabras del prelado salmantino. Sobre todo porque convendría saber que dichas palabras no fueron escritas en ninguna carta, sino que son una pequeñísima (y supongo que anecdótica parte) de una conversación oral mantenida por el obispo con la Junta de Cofradías de Salamanca, que después han sido filtradas a la prensa con dudosas intenciones.

Por otro lado, no deja de ser curioso que un gran número de personas haya interpretado estas palabras como un supuesto ataque frontal de don Carlos a la Hermandad de Jesús Despojado. Cierto es que no se puede negar el marcado carácter andaluz de dicha hermandad, tanto en su modo de hacer estación de penitencia, como en su manera de entender los cultos, la evangelización, la formación, la caridad y la vida de hermandad. Pero no es menos cierto que los que conozcan a Óscar Rodríguez, su capataz, sabrán que su acento es igual de salmantino cuando dirige un paso que cuando trabaja con sus manos la madera o educa a sus hijos. De hecho, en algunas ocasiones le he oído hablar de este tema, afeando lo forzado que resulta escuchar a un castellano queriendo imitar el acento del sur. Por lo tanto, quizá pudiera ser que las supuestas palabras del obispo no fueran dirigidas a la hermandad del Despojado, sino a algunas otras de cuyos nombres no quiero acordarme… ¿Quién sabe?

Por último, no me gustaría acabar estas líneas sin recalcar que don Carlos no ha dudado nunca en apoyar todas aquellas acciones que, viniendo de las hermandades y cofradías de Semana Santa, buscaran extender la fe en Jesucristo y practicar la caridad que nace del evangelio. Pienso en iniciativas como los grupos de formación en la fe para jóvenes, en los de confirmación, en las oraciones cofrades, catequesis de costaleros, formación cofrade, etc. Fueran de la cofradía y estilo que fueran, han contado siempre con el apoyo y la bendición del obispo de la diócesis.

Creo que todo esto nos debería hacer llegar a dos conclusiones: la primera es la de hacer caso omiso a tantas propagandas y opiniones que lo único que buscan (y consiguen) es generar división y malestar dentro de las hermandades y, por tanto, de la Iglesia. Y la segunda es la de intentar mirar un poco más allá en la realidad de nuestras cofradías, y aparte de su estilo y esencia (que son importantes), sepamos hacer de ellas verdaderas hermandades en las que Jesús sea el centro y nos ayude a todos a vivir como hermanos.


3 comentarios:

  1. La palabras andaduzas son tipicas en toda españa como( a cielo con ella, a esta es,etc)

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  2. PRECISAMENTE el hecho de que sean palabras dichas en el ámbito privado retrata al supuesto obispo; porque se ha expresado diciendo lo que quería decir, sin disimular nada. Es que el comentario es perfectamente entendible y quizás su caridad cristiana, si la tuviera que no la tiene, debiera haberle prevenido para no ser tan explícito. Ha dicho el supuesto obispo Carlos López que "incluso sonaban mal"
    las expresiones a imitación de los de Sevilla. YO SOY ANDALUZ y si me pongo rígido "TAMBIÉN PODRÍA DECIR QUE EL CASTELLANO PRONUNCIADO DE CASTILLA
    LEÓN TAMBIÉN ME SUENA MAL". PERO DON LUIS DE GÓNGORA ERA ANDALUZ Y FRANCISCO DE QUEVEDO ERA UN GROSERO DE CASTILLA. PUES ESO.

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