lunes, 19 de diciembre de 2022

Preguntemos a Fray Luis y a Unamuno

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 Lira Félix Baz

Juramento de silencio en el Patio Escuelas | Foto: Pablo de la Peña

19-01-2022

Iba deprisa, sin perder el ritmo que marcaban mis compañeros, veteranos en estas lides de sacar fotografías en Semana Santa. Enfilamos Libreros por delante de los cofrades que cargan con sus sobrias cruces. Ellos en recogimiento y nosotros en expansividad.

La descansada mano de Fray Luis de León, sin saberlo, me indicó que iba a huir del mundanal ruido, cual Vida Retirada. Agachada, cámara en mano, esperaba la coreografía que realizan a hombros los hermanos con el paso de Nuestra Señora de la Sabiduría y el Cristo de la Luz en el Patio de Escuelas.

No recuerdo si era Nuestra Señora la que miraba la fachada rica de la Universidad o era el Cristo, cuando comenzó a sonar el Gaudeamus igitur. Me giré y busqué. Estaba sobrecogida por la belleza de las voces, el encierro donde me encontraba y la ceremonia que contemplaba.

Ubi sunt qui ante nos in mundo fuere?¿Dónde están los que antes que nosotros pasaron por el mundo?‒, se pregunta el himno universitario en su segunda estrofa. Esta hermandad surgió como respuesta a la vulgaridad que al final de la década de los cuarenta predominaba en la mayoría de las cofradías de Salamanca. Este matiz, huir de la zafiedad, continúa muy presente. Es una impronta muy salmantina la que ofrece este ritual del Martes Santo. La lástima es que el Patio de Escuelas es tan reducido que así es el número de personas que lo pueden vivir en directo.

Vita nostra brevis est, breve finietur. ‒Nuestra vida es corta, en breve se acaba‒, se escucha de fondo al Coro de la Universidad. Hace veinte años la Semana Santa de Salamanca recibió la consideración de fiesta de interés turístico internacional, gracias a las calles, plazas y edificaciones monumentales por donde transcurre el recorrido procesional. Pienso que se ha olvidado el motivo por el que le fue concedido el título. ¿Por qué inventar en lugar de pensar en cómo conjugar la belleza inerte con el latir pasional del que lleva un año esperando procesionar por esas monumentales estampas?

Parece que hay personas vinculadas a la Semana Santa de Salamanca que han hecho suya una de las frases más famosas atribuidas a Andy Warhol: «En el futuro, todo el mundo será famoso durante quince minutos».

Ansían tanto ese cuarto de hora que hacen lo posible y lo imposible por conseguirlo. Sin pararse a pensar que está al alcance de su mano. No es la primera vez que Salamanca deja clara su idiosincrasia. Ahí está el Plateresco, coetáneo del Renacimiento.

Si la Semana Santa de Salamanca no sabe ver que tendría identidad propia solo buscando maridar con los lugares por donde transita, es que no busca a los pocos sabios que en el mundo han sido para preguntarles si vamos bien por el camino de imitar a las Semanas Santas vecinas o lejanas o iríamos por la senda acertada que conjuga la belleza monumental que nos hace únicos, como es este momento en el que la estatua de fray Luis de León mira de frente a Nuestra Señora de la Sabiduría y al Cristo de la Luz.

Y como dijo Unamuno, en su Oda a Salamanca: «En silencio Fray Luis quédase solo/ meditando de Job los infortunios, / o paladeando en oración los dulces nombres de Cristo».

 

 

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