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| Uno de los angelitos que acompaña al Ligmun Crucis el Domingo de Resurrección | Foto: Pablo de la Peña |
23 de noviembre de 2015
Hace algunos años ya, la Delegación de Apostolado Seglar de nuestra diócesis, en la que se encuadra la Coordinadora Diocesana de Hermandades y Cofradías, se marcó algunos objetivos para intentar que los cofrades se acercaran a la iglesia diocesana, si no individualmente al menos como grupo; como numeroso grupo de laicos concentrados en torno a la piedad popular pasional, muchas veces denostada, a los que la diócesis necesitaba y necesita.
Hace ya algunos años, esa Delegación Diocesana de Apostolado Seglar se marcó objetivos concretos con los que impulsar la Coordinadora de Hermandades y Cofradías, tales como animar y participar en las reuniones de la Coordinadora de Cofradías y Hermandades, organizar cursos de formación cofrade, especialmente dirigidos a las cofradías y hermandades, y organizar jornadas de preparación a la Semana Santa con la participación de las cofradías. Salvo los cursos de formación, poco éxito tuvieron las iniciativas.
Eran actividades planteadas sobre el papel que, no sé si por desconocimiento de los destinatarios o por ser de escaso interés, apenas calaron en los cofrades salmantinos, si exceptuamos, como he dicho, algún curso de formación cofrade al que más de uno asistimos, seguramente con el interés de lo novedoso.
Aún tengo vivo en mi recuerdo aquéllos cursos que pretendían servir de "enseñanza superior" a los integrantes de hermandades y cofradías. Fueron sesiones sesudas, con alto contenido teórico, en las que, quien más quien menos de los asistentes, terminaba desconectando. Era algo vertical que, emanando de la cúpula, pretendía llegar a las bases sin tener claras cuales eran las necesidades de esas bases.
Ahora, en estos días, la iniciativa de la Coordinadora, de la mano de cofrades con inquietudes que van un poco más allá que las que podemos tener los demás pero sin olvidarse de formar parte de la masa cofrade más anónima, plantea temas de discusión o de reflexión que pueden y deben interesar a quienes formamos parte de una cofradía, hermandad o congregación.
Así, la incorporación a la Coordinadora de Cofradías de algunos cofrades comprometidos ha modificado la oferta (imagino que manteniendo sus objetivos), con un programa más atractivo para los que somos de "a pie" y no buscamos formación de altura sino simplemente un "algo" más. Son ofertas tanto de formación como de oración dirigidas específicamente a los cofrades y, de entre todas, quiero destacar la que han denominado "Lunes Cofrades".
A lo largo del curso, un lunes de cada mes, ya de anochecida y con un tema central sugerido desde la propia Coordinadora, todos los cofrades tenemos la oportunidad de demostrarnos que no solo nos preocupan las procesiones o la música de Semana Santa y que podemos aportar nuestro grano de arena para que, entre todos, la Semana Santa sea algo más y los cofrades nos sintamos más integrados en nuestra diócesis.
Dos son ya los lunes en que, gracias a esta espléndida iniciativa, todos los cofrades salmantinos hemos sido convocados a participar con nuestras opiniones sobre distintos temas directamente relacionados con lo que se supone es nuestro interés directo: cofradías y cofrades. Momentos en los que podemos opinar con nuestras propias palabras, con la misma confianza que podría darnos la barra del bar de nuestra casa de hermandad, sobre cuestiones que nos rondan las conversaciones con más frecuencia de la que creemos, desde la implicación de nuestro obispo en la Semana Santa cofrade hasta el paso por la catedral y las estaciones de penitencia, pasando por la carencia de consiliarios en hermandades y cofradías. Temas que nos preocupan a casi todos los cofrades y que podemos discutir con confianza, entre nosotros, esas tardes de lunes cofrades.
Magnífica iniciativa a la que deseo todo el éxito, reflejado en una asistencia cada vez más diversa y cada vez más numerosa.
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