lunes, 23 de mayo de 2016

Elecciones en la Junta. Más futuro para la Semana Santa

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Félix Torres

José Adrián Cornejo, presidente de la Junta de Cofradías de Salamanca| Fotografía: Pablo de la Peña

23 de mayo de 2016

Este próximo día 2, mañana como quien dice, tendrán lugar las elecciones en las que saldrá nombrado el futuro presidente de la Junta de Cofradías, Hermandades y Congregaciones de la Semana Santa salmantina.

No es novedad decir que el proceso será sencillo, pues el hecho de no haber nada más que una candidatura evita cualquier conflicto, al menos a priori.

Y seguro que todos conocemos al único candidato, José Adrián Cornejo, ya que ha sido sobre quien ha recaído esta tarea, la de presidir la Junta, durante los últimos años.

En su trayectoria al frente de este órgano que aglutina a todas las cofradías salmantinas, ha tenido aciertos y errores, éxitos y fracasos, que vencerán la balanza a un lado u otro según quién se encargue de analizar pormenorizadamente cuantos hechos haya acumulado Cornejo. El fiel de mi balanza se inclina de forma clara hacia el lado de las cosas buenas. Hacia esos éxitos que muchos apreciamos, desde los cambios en nuestros pregones, que han marcado un claro punto de inflexión, hasta la recuperación del Miserere de Doyagüe pasando por la excelente imagen que ha alcanzado nuestra Semana Santa en diferentes foros y organismos.

Pero no es de este pasado del que quieren dejar constancia mis palabras, sino del porvenir que se acerca a pasos de gigante y con velocidad endiablada. Y son estos buenos momentos para recuperar lo que dije, hace tiempo aunque se perdiera en el éter, y que mantengo punto por punto y coma por coma.

Siempre dije que la Junta de Cofradías debía ser "algo más" que el simple puente canalizador de subvenciones o la organizadora de actos que, por entrar frecuentemente en claro conflicto con los de las propias cofradías y hermandades, obligaban a la propia Junta a pisar terrenos que no le correspondían. También decía que la Junta de Cofradías debe ser el zaguán de entrada a la Semana Santa salmantina, ofreciendo la mejor imagen de ésta a quienes de ella quieran saber. Ser la mejor de las fotografías para enseñar nuestra semana más íntimamente cofrade a quienes de ella lo desconocen casi todo, aunque para eso haga falta quererla y conocerla profundamente. Que la Junta de Cofradías debe ser, por tanto, amante embajadora de un conjunto de personas, de cofradías, de sentimientos y de devociones hacia el exterior, dejando que sean las propias cofradías y hermandades las que se ocupen de soportar el peso del trabajo interno que les es propio. En definitiva, que debe ser algo vivo y con espíritu, con capacidad de adaptarse a las exigencias de cada momento, de las cofradías y para ellas, pero conjugando intereses como juez, nunca como parte.

Y qué mejor forma de hacerlo que elaborando programas religiosos y culturales adecuados y coherentes con los que acercar la Semana Santa, nuestra Semana Santa, a cualquiera de quienes tuvieran el más mínimo interés por ella. Organizando actos litúrgicos relevantes en función del calendario (que no es un vía crucis en plena ebullición de actos cofrades), conciertos de música sacra y procesional, representaciones teatrales de categoría, exposiciones y conferencias a cargo de personalidades destacadas, incluso un concurso de fotografía aunque, no necesariamente, para con ello solventar la cuestión del cartel anunciador. Todo esto, por supuesto, sin interferir con todos y cada uno de los actos cofrades organizados por cualquiera de las cofradías que la integran. ¡Ah! Y siempre, en cualquier caso, una intensa y cuidada labor de diplomacia. No olvidemos que, aunque a algunos les parezca fuera de lugar, la Junta, con su presidente a la cabeza, es la máxima representación oficial de la Semana Santa salmantina; el espejo que reflejará todo lo que somos y lo que queremos ser.

Mucho de esto, que no todo, se ha ido consiguiendo ya de la mano de Cornejo. El resto, confío, se conseguirá con clara rotundidad una vez se pongan a rodar esos nuevos estatutos aprobados con la unanimidad de quienes conforman el Pleno de la Junta.

Sí. Es cierto que todo esto supone trabajo. Más trabajo. Aunque sé que Cornejo está más que dispuesto a trabajar. Y no solo él —porque la Junta no debería ser solo su presidente—, pues el exceso de actividad para una sola persona puede llegar a desbordarla y desanimarla. Y no solo él, pues en nuestra Semana Santa hay personas valiosas, en todos y cada uno de los cometidos que pudiera proponerse la Junta de Cofradías, a quienes nunca se debería desaprovechar. Así, posiblemente, muchas de las reticencias que se siguen teniendo hacia la Junta de Cofradías desaparecerían poco a poco y alcanzaríamos una Semana Santa bien representada por su Junta, sin que ello supusiera restar protagonismo a los propios representados. Una Semana Santa, en fin, en la que la Junta de Cofradías, con su presidente al frente, sea capaz de aunar todos los intereses comunes de nuestras cofradías y hermandades.

Por recordar alguna propuesta inalcanzada para esta etapa que ahora comienza, recupero la que quizá siempre fue para mí la más interesante. Esa que a muchos ronda desde hace tiempo, que no es otra que la creación de un "Centro de Estudios e Interpretación de la Semana Santa" en la iglesia de la Santísima Trinidad o en cualquier otro lugar que se estime adecuado. Creo que esto sí que podría ser del interés de muchos cofrades salmantinos. Un lugar en el que se pudiera hacer un recorrido "virtual" por la Semana Santa salmantina, con exposiciones fijas y temporales, que sirviese como centro de "interpretación" en el que las nuevas técnicas expositivas tuviesen peso suficiente como para atraer a público diverso. Un lugar en el que cualquier interesado pudiera acceder a material de estudio, biblioteca, hemeroteca o centro de datos y documentación, en los que profundizar en el conocimiento de nuestra Semana Santa. Eso sí que podría ser atractivo para cofrades y cofradías.

Sé que es complejo, pero con voluntad, tal como nos demuestran algunos de nuestros vecinos más cercanos, no es objetivo inviable o misión imposible.

Por terminar, que no por último, aprovecho para reclamar la unidad de todos, con nuestra Junta a la cabeza, en cuantas ocasiones sea necesario. Y, tal como están algunas cosas, puede que la manifestación unánime de cofrades y cofradías deba mostrarse antes de lo que quisiéramos para evitar pérdidas que podrían ser irreparables y de las que nos arrepentiríamos si nos abandonamos a la desidia.

Así que, todo mi ánimo a la Junta de Cofradías y mis mejores deseos, algunos de los cuales ya dejo aquí por escrito, para quienes se encargarán de llevar sus riendas con José Adrián Cornejo al frente.


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