lunes, 27 de marzo de 2017

Juanito 'Procesiones'

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Arturo García Ruiz

Un penitente sujeta su cruz en la procesión mientras varias personas sujetan sus móviles | Foto: ssantasalamanca.com

27 de marzo de 2017

Yo siempre he sido muy de mis amigos.

Nunca los busqué por lo que eran o por lo que podían darme; si no que, dejándome fascinar por sus historias y sus maneras, dejé que me conquistaran y yo los conquisté.

Es así que conservo muchos y variados amigos. Quizá  es cierto que no todos son de esos que decimos contar con los dedos de una mano. Pero en definitiva son relaciones que surgieron y se fraguaron al calor de la verdad, en estado de escucha y compartiendo preocupaciones y gustos.

Los tengo rojos, azules, creyentes, ateos, cultos o menos estudiados, compartiendo aficiones o siendo detractores acérrimos de las mismas…. Ya dije; mientras la verdad y la escucha estén presentes siempre me glorié de tener los mejores amigos del mundo.

Últimamente andaba yo un poco preocupado. En mi afán de cuidar y estar al tanto de la vida delos míos, de un tiempo a esta parte no conseguía saber nada de uno de ellos que en este tiempo de cuaresma le faltan horas y le sobran actos cofrades con los que tiene que cumplimentar.

Mi amigo se llama Juan; Juanito para los más cercanos, y en este mundo cofrade donde todo tiene su renombre, lo rebautizaron con el mote cariñoso de Juanito "procesiones".

Y es que Juanito vive por y para la Semana Santa.

No hay salida procesional, coronación, triduo, quinario, septenario, novenario, culto ordinario, extraordinario o función principal…  al que Juan no acuda. Va a todo. A él poco le importa si es de una hermandad de las que llamamos serias o de "ruan" o de las de "capa" de reciente fundación en cualquier barrio de la periferia. Él dice que no mira etiquetas, que tan dignas pueden ser las unas o las otras. Y es por eso, por lo que siempre que acude a ellas lo hace guiado con el afán de hacerlas crecer con su espíritu de crítica digno de la Santa Inquisición. No deja detalle que no sea minuciosamente comentado. Porque Juanito no critica, simplemente refiere con la mejor de las intenciones. No pasa inadvertido el exorno floral del altar de cultos, que en comparación con los arreglos florales de los altares efímeros que antiguamente se levantaban ya han perdido todo su sabor añejo. Es estricto con esas juntas de gobierno que no cuidan de la liturgia para su función principal porque, según él, el incienso de palio o virgen jamás se ha de confundir con el incienso que tradicionalmente se ha de usar para un titular cristifero. Incomprensible para él es que para alumbrar a la Madre de Dios se use cera color tiniebla cuando todo el mundo sabe que para Ella la cera que desde siempre se usó es la blanca y jamás la roja. Juanito odia esas cofradías que en su estación de penitencia no velan por el correcto cumplimiento de sus normas y nunca entenderá cómo no se les prohíbe la participación a todos los hermanos que el día de la salida incumplen todos los protocolos presentándose en la iglesia vistiendo el hábito con calcetines negros y no con los blancos que marcan las reglas. Abomina de esas hermandades cuya forma de andar los pasos (él nunca dice tronos) no va en consonancia con su idiosincrasia, y dice jamás perdonar, esas bandas de música que obviando la rica tradición musical crean  nuevas marchas que son dignas de películas galácticas.

No existe ni un solo tema relacionado con el mundo de las hermandades y cofradías que a Juan se le resista, y ante el cual no se sienta capacitado para expresar su humilde opinión desde su buena voluntad y afán de mejora, por supuesto.

No en vano, su formación en temas cofrades es tal que tiene en su haber, a pesar de su juventud, cinco publicaciones totalmente documentadas  sobre el origen de los flagelantes y las hermandades de la Sangre y esclavitud. Ha participado como ponente en el XXII congreso de Vestidores y Priostes con el tema central "El encaje de Bruselas, maravilla para María". Es contertulio asiduo en tres tertulias, todas ellas relacionadas con el mundo costalero visto desde tres diferentes ópticas. Y, como pueden imaginar, en sus redes sociales no tienen cabida otros temas que no sean los relacionados con el mundo "capillita". Es más, es de esta fuente, de las redes sociales, donde mi amigo "El Procesiones saca toda la información necesaria para poder "arreglar", de una vez por todas, todos los problemas de las hermandades en la barra de su bar favorito.

Andaba yo preocupado por no saber de la vida  de Juanito desde hacía tiempo. Pero quiso la casualidad  me encontrara con su hermano mayor.

Le hice participe de mi desdicha y su respuesta me dejo un poco más tranquilo.

Me dijo que la última vez que lo vieron por una misa de su cofradía fue hace cosa de tres años, que por la casa de hermandad apareció una vez hace cinco cuaresmas para ayudar a limpiar enseres, que la última Semana Santa  prefirió visitar las cofradías de la ciudad vecina y no salió con su hermandad…y que debe cuatro cuotas de la nómina de hermano.

Creo que todos conocéis a mi amigo Juan, si lo veis, decidle que lo busco.


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