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Detalle del paso del Santo Entierro | Foto Camacho |
16-01-2023
Es propio de este tiempo que vivimos, al comenzar el año, hacer una lista de propósitos que cumplir a lo largo del mismo, unos más fáciles de conseguir y otros más complicados, de esos que estamos seguros que no van a pasar de la cuesta de enero. En el mejor de los casos, cumpliremos una mínima parte de las buenas intenciones. Es humano, con un pequeño cumplimiento, que nos haga mejores personas o nos mejore la salud. No vamos mal.
Y pensaba yo si las cofradías, y por ende los cofrades, harán (haremos) también propósitos de cara al nuevo curso cofrade, que empezará en breve, pues no nos engañemos, pasados los Reyes, se empieza a engrasar la maquinaria. Y aunque estemos en tiempo ordinario (terminada ya la Navidad), quedan apenas cuatro semanas para empezar la Cuaresma y se nos echa el tiempo encima para los buenos propósitos.
¿Cuáles podrían ser las buenas intenciones cofrades para el año que empieza?
Ser cofrade es ser cristiano y ser cristiano es vivir en la vida «lo de Jesús», lo que nos propone en los Evangelios, ni más ni menos. Con este plan, ya tenemos el año marcado.
¿Y cómo se vive lo de Jesús? ¿Cómo se intenta vivir, al estilo de Jesús?
El pasado lunes, en una charla, el P. José Ramón Busto SJ me ofreció algunas claves para entender cuál debe ser ese camino. No es otro que dejar actuar al Espíritu, que está con nosotros desde el bautismo. Es la presencia de Dios en nosotros, es nuestra «relación con Dios». Se tiene que notar que somos cristianos, seguidores de Jesús. ¿Y en qué se nota el Espíritu? Pues fundamentalmente en tres aspectos: la alegría, la relación con los que no piensan como nosotros y el servicio.
La alegría consiste en afrontar las adversidades, que las hay, pensando que Dios está con nosotros, sin que importe nada más. La relación con los demás, especialmente con los que no piensan como nosotros, e incluso con nuestros enemigos, debe ser desde la escucha y el entendimiento. Finalmente, el servicio a los demás hay que hacerlo de forma gratuita y sin esperar nada a cambio.
Tres pilares que bien podrían ser los propósitos de cualquier cofrade y de cualquier cofradía, que no son más que intentar vivir como Jesús nos enseñó. Si los cumplimos, aunque solo sea en parte, iremos por el buen camino.
Alegría, entendimiento y servicio…buen plan pastoral cofrade.
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