miércoles, 25 de octubre de 2023

IA (Inteligencia Artificial)

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 P.P. Mateos



25-10-2023

En el libro Atlas de IA, de Kate Crawford, se presenta en los comienzos la afirmación siguiente: «La IA no es artificial ni inteligente. Más bien existe de forma corpórea, como algo material, hecho de recursos naturales, combustible, mano de obra, infraestructuras […] Los sistemas de IA no son autónomos, racionales ni capaces de discernir algo sin un entrenamiento extenso y computacionalmente intensivo […] En este sentido la IA es un certificado de poder».

Es un certificado de poder porque solo quien tiene los recursos puede construir tal sistema.

Sobre este mismo tema, Byung Chul Han en su libro No Cosas, en el punto quinto, se refiere al mismo asunto, pero esta vez desde otro ángulo. Dice el autor: «En un nivel más profundo, el pensamiento es analógico. Antes de captar el mundo en conceptos, se ve apresado, incluso afectado por él. Lo afectivo es esencial para el pensamiento humano… La inteligencia artificial no puede pensar porque le falta la dimensión afectivo-analógica, la emoción que los datos y la información no pueden comportar».

Podemos ahora preguntarnos el porqué de estas dos referencias. En realidad, obedece a dos razones:

La primera es que en un mundo como el cofrade, donde tiene tanta importancia la emoción, la sensación, la sensibilidad, la admiración, el sentimiento y más cosas que se puedan añadir a esta lista; pero todas ellas de la esfera no racional. Podemos empezar a creer que es irracional y, sin embargo, Byung Chul Han nos muestra que este mundo no es irracional, es prerracional. O sea, que no hay actividad posible del pensamiento sin una sorpresa, es decir, sin un encuentro sorprendente con la realidad que hace que se me abran los ojos, que me admire, que me extrañe por encontrarme sorprendido; y después de gustar o sufrir busque explicaciones. Dicho esto, muy deprisa, claro está.

La segunda, Kate Crawford, expresa claramente que no es inteligencia y no es artificial. Ella es Investigadora principal en Microsoft Research Lab de Nueva York y, entre otras cosas, Miembro Principal del Consejo de Agenda Global de Foro Económico Mundial sobre Desarrollo Basado en Datos.

Es necesario que cuidemos el mundo de la religiosidad popular, que tiene uno de sus centros en la imagen concreta. Hace no muchos días oí hablar de procesiones virtuales, que serían posibles por lA. Son sencillamente imposibles y, además, no serían sorprendentes ni pasarían más allá de ser un conjunto de datos desprovistos de conexión con la realidad salvo mi recuerdo que no es concreto sino abstracto.

Para terminar, creo que se ha de defender el mundo de la procesión de todo tradicionalismo estéril y falto de miras, pero también de una permanente novedad que acabaría por vaciarlo de contenido. La eterna novedad no es un eterno crecimiento, más bien un constante mirarse a sí mismo para encontrarse siempre vacío de sentido, ya que el contenido es lo novedoso, que deja de serlo en cuanto es conocido o al menos cuando es habitual… y vuelta al principio.

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