La Cofradía de la Vera Cruz se dispone a salir de la Catedral Nueva el Lunes Santo | Fotografía: Daniel de Arriba |
07 de noviembre de 2016
Este artículo va de sumas y restas, sí, como si se tratase de un regreso a las aulas, a esos primeros años donde aprendemos lo más básico. A mi me enseñaron a sumar y restar, pero en la vida prefiero hacer lo primero y ver el vaso siempre medio lleno. Lo mismo ocurre en esta Semana Santa: mejor sumar que restar. Mejor subirnos todos a un mismo barco que invadir el río de pequeñas barcas que no permiten que el agua se mueva con fluidez.
Más allá de las metáforas, y no soy quien para dar lecciones de nada, simplemente argumento lo que detecto como cofrade y como cronista que fui durante años. Siempre he detectado en esta ciudad, y me imagino que pasará en otras, que cada uno se centra en su hermandad como si no hubiese un mañana, que puede ser lícito siempre y cuando eso no vaya en contra de las demás. Del tipo, "lo mío es lo bueno, y lo demás queda por debajo". Yo a veces lo detecto; creo que eso es restar y, como decía antes, lo importante es sumar.
Una cosa es que tu devoción por una imagen te lleve a decantarte por los colores de un hábito u otro, pero siempre respetando y admirando a las demás. Admirar en el sentido del respeto. La base y la historia está clara, pero los cambios poco a poco hay que aceptarlos siempre que se respeten unos a los otros. Si llega el costal a estas tierras, puede que algunos les guste y a otros no, pero hay que respetar cómo se siente llevar sobre tus hombros una imagen, sea en una parte u otra de la espalda. Siempre que no se ofenda a nada ni a nadie.
Lo mismo ocurre con las nuevas hermandades. Si cumplen con lo que antes cumplieron sus antecesoras, bienvenido sean, todas, sin excepción. Como decía antes, vienen a sumar, a engrandecer la Semana Santa porque se incrementa el número de cofradías y, a mayores, se relata otros pasajes o escenas de la Pasión en nuestras calles.
Los que restan y restan son los que se dedican a insultar e infravalorar todo lo que se hace. Una cosa es dar opinión y otra ofender. Todo es mejorable, claro que sí, pero lo suyo es sumar con críticas constructivas, porque de escuchar y analizar se trata en muchos casos. No de pisotear y de burlarse, eso no es de cristianos, y tampoco de ver el vaso medio lleno.
Muy bueno
ResponderEliminarEs válido para todos los lugares incluida mi Peñaranda, en la que algunas veces nos perdemos en una critica negativa o envidiosa, pero sumando todos juntos hacemos que sea mas y mejor,y mas atrayentes las procesiones que salen en conjunto, cuando se sale solo ya se sobresale cada uno por sus méritos.
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