Gestas, el mal ladrón, en el grupo escultórico de Jesús Despojado la tarde del Domingo de Ramos | Foto: Pablo de la Peña |
20 de septiembre de 2018
Durante este verano que ya toca a su fin nos ha asaltado la noticia del tan traído y llevado cambio de hora. Tras elevarlo a consultas populares de las que confieso desconozco a quién han preguntado –a mí no–, parece que se impone la idea de dejar quietas de una vez las manecillas de los relojes los últimos domingos de octubre y marzo. Prescindiendo de cuestiones biológicas, psicológicas, médicas, biorrítmicas o económicas, que para todo eso parece que nuestro presidente va a convocar un comité de expertos, quizá convendría incluir en el mismo a alguien versado en la materia semanasantera, que aunque no lo parezca también se verá afectada.
No es necesario recordar que la celebración de la Pascua es movible, coincidiendo con la primera luna llena de primavera, por lo que en ocasiones celebramos la misma antes del cambio horario de marzo, tal y como ocurrió el año 2016, y en la mayor parte de las ocasiones ya con el horario de verano o debutando con él, como ocurrió este año.
Veamos las diferencias de ambos horarios sin saber aún con cuál nos quedaremos, aunque parece que todo apunta al de invierno actual como horario para todo el año. El próximo 2019 podría ser el último en el que la Semana Santa se celebrara con horario de verano, por lo que vamos a hacer un ejercicio de imaginación futura en horario invernal a ver qué sucede.
Viernes de Dolores: el sol se pondrá a eso de las 9 de la tarde, por lo que nuestra primera procesión, el vía matris, saldrá con algo de luz, que se prolongará hasta bien entrada la calle Compañía. En el caso de quedarnos definitivamente en el horario de invierno, saldría ya claramente de noche pues el sol se pondría a las 8 de la tarde.
Domingo de Ramos: Jesús Despojado evidentemente saldrá siempre de día, pero con el horario de invierno llegaría sobre las 8 a la Catedral ya de noche y no de día como llegará este año. El Cristo del Perdón, saliendo de día en cualquiera de los horarios, haría siempre el acto de liberación del preso de noche.
Lunes Santo: la salida del Cristo de los Doctrinos sería siempre con la noche ya cerrada.
Martes y Miércoles Santo: inferimos lo mismo que para el lunes, quizá este año sea el último que veamos salir de día a la Hermandad Universitaria o a Jesús Flagelado.
Jueves Santo: la Seráfica saldría ya a la puesta del sol, aunque con algo de luz, al menos en abril; en marzo sería noche cerrada. Y Amor y Paz, sin duda de noche.
Madrugada: aquí el cambio es a la inversa, puesto que el próximo Viernes Santo el sol saldrá a las 7.40 siendo las tres primeras horas de procesión de noche. Con el horario de invierno, saldrá a las 6.40, y las primeras luces del alba serán en torno a las 6, quizá saliendo Ntra. Sra. de la Esperanza.
Tarde de Viernes Santo: evidentemente en las salidas no habría cambios, pero Vera Cruz ya no haría casi todo su recorrido de día y Jesús Rescatado llegaría a la Catedral ya con la noche avanzada.
Vemos que las salidas sí se verían afectadas en cuanto a la luz, siempre que se mantengan los actuales horarios, lo que nos haría perder estampas que sí podremos disfrutar esta próxima Semana Santa. La de 2020 será la del cambio o no.
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