04-10-2021
Regresamos. La edición digital de Pasión en Salamanca echa a rodar una nueva temporada para cubrir ese espacio tan necesario y tan abandonado en nuestras publicaciones. La opinión. Una opinión cualificada, contrastada, rigurosa, con un grupo de colaboradores muy heterogéneo y comprometido.
Mantenemos el bloque del año anterior, con apenas unos retoques para ajustar los pocos cambios que, inevitablemente, se dan siempre de un curso para otro. Creemos que las distintas sensibilidades y pareceres que existen en torno a nuestra Semana Santa procesional, de una forma u otra, aparecen recogidas. La Semana Santa es tan grande que las maneras de aproximarse a ella se multiplican. Por eso, a la hora de formar el elenco, hemos intentado que este sea de lo más variopinto. Aquí sí que se ha intentado cumplir con las cuotas, aunque en alguna es cierto que se cojea un poco, porque no siempre es fácil comprometer de manera altruista a personas relevantes y capaces de ese ámbito en concreto. Pero en general, más o menos, todos los lectores pueden encontrar a más de un columnista con el que se sientan identificados y aprender, eso sí, de todos. Aunque no se coincida con su opinión. Es la forma de avanzar, leer y comprender los distintos puntos de vista.
Reiniciamos con la esperanza puesta en que este año, parece que sí, todo se va a ir asentando y regresaremos a la normalidad. En estos meses de confinamiento, total o parcial, de actividad limitada, hemos valorado más que nunca la importancia de muchas cosas. Hemos echado en falta nuestras procesiones y actos cofrades. Las añoramos y hemos suspirado por volver a ellas cuanto antes. Sin embargo, la Semana Santa procesional, nuestra Semana Santa, va a acusar el impacto de todo lo sucedido, que es mucho. Es lógico. Para reflexionar sobre todo ello y contarlo por escrito estaremos nosotros, los miembros de esta tertulia cofrade, arropados por la treintena de colaboradores que firma tres veces por semana las columnas que se publican en este espacio.
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