lunes, 9 de mayo de 2022

El Sr. Obispo ya tiene quien le escriba

| | 0 comentarios

 Andrés Alén

La visita del obispo, pintada por José Gutiérrez Solana en 1926. Museo Reina Sofía


 09-05-2022

Me enteré de la irónica resurrección de nuestro obispo por un artículo de opinión en un diario virtual. Era Pascua florida, como su prosa. Una de las virtudes de la libertad de opinión es que se puede articular, y esta articulación se refería a la menguada o casi total ausencia del Sr. Obispo en las celebraciones populares de la Semana Santa, que ya había dicho que no es santo devoto, que además entre Ciudad Rodrigo y Salamanca parece que necesita descansar. Así que cuando pasaron lista desde el Domingo de Ramos, la Real Cofradía, Amor y Paz, Vera Cruz, Nazareno de San Julián, le pusieron falta. Subyace que este pretendido acercamiento de la diócesis a las cofradías de Semana Santa se considera que había quedado sin capitán.

Al autor del tal artículo le asiste la total libertad para opinar, sobre lo divino y lo humano, en el caso de un Sr. Obispo un tanto mezclado. Como al obispo la no tan absoluta libertad de decidir adónde va y de qué modo. Relativa porque creo que no es lo mismo presidir un vía crucis o una oración por la paz ante su grey, que presidir la corrida de beneficencia, por mucho católico que haya entre los taurinos. (Por aludir al rito popular).

Pienso también que al aceptar el «embolado» de presidir dos diócesis distintas con un solo obispo verdadero, con la única ligazón de la tercera sede en que se convierte la transitada A-62, ya se podía suponer un Miguel Ríos rockero haciendo galas. Y es que, aunque parezca mal, Salamanca no puede tener un obispo a tiempo parcial, como la diócesis de Miróbriga. Una vez aplazado su sainete, tiene derecho a comerse ella sola unos huevos fritos con farinato.

Las celebraciones semanasanteras siempre han adolecido de respaldo eclesiástico, hasta el punto de no resistirme a enunciar como teorema que allí donde ha habido mucho cura, no hay procesiones, o pocas, o mal vistas, o ni fú ni fá. También creo que, en esta ciudad, más allá de esas interminables redacciones estatutarias para procurar fidelidad al redil, convendría acercarse a las cofradías con más sinceridad que jerarquía, que más que jefes estas buscan complicidad y consejo. Ya sabemos que como agrupaciones de fieles a veces no son tan fieles, que si hay clero que las rehúye, también las hay que rehúyen al clero.

Y, así las cosas, para mí es una satisfacción pertenecer a una hermandad donde un sacerdote de mucho prestigio nos acompaña como uno más tocando el tambor. Actitud y respeto.

Claro que el tema era otro distinto, de comentar un artículo de opinión de un docto opinante amigo, muy fiel a estas tradiciones seculares y muy libre de opinar. Y es que me entero que su carta no ha sido bien recibida en absoluto y con mucha más diligencia que frente a delitos fragantes, ha sido llamado a capitulo, supongo que para cerciorarse de que ningún bolchevique se ha infiltrado en esta demediada Semana Santa salmantina, o al menos para que se atenga a no escribir misivas al obispo más allá de «solamente cuatro letras para decir que aquí estamos todos bien, gracias a Dios». Supongo que todo habrá quedado en una charla más amigable que persuasiva, pero hasta esto sobra cuando dudo de quién tiene que dar explicaciones a quién.

 

Nota susceptible de publicación: Amigo Javier, vayamos preparando los picatostes con chocolate por si recibimos la amigable visita de nuestro, hasta hace poco, distante obispo y, de la Ponti, canciller.

0 comentarios:

¿Qué buscas?

Twitter YouTube Facebook
Proyecto editado por la Tertulia Cofrade Pasión