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Presentación de la candidatura leonesa en el último Encuentro Nacional de Cofradías organizado, Elche 2019 (X.G.) |
A las puertas ya de un nuevo verano, y al tiempo que bajamos la trapa del curso 2021/2022 –que ha sido, de alguna forma, el del regreso a una cierta normalidad–, es momento también de pensar en el próximo… Y, como viene siendo habitual desde hace más de treinta años –excepción hecha de los dos últimos, debido a la covid-19–, contará entre sus primeras citas con el Encuentro Nacional de Cofradías que, en esta ocasión, tendrá lugar en la ciudad de León, en donde debería haberse celebrado en 2020, si bien la pandemia ha obligado a posponerlo hasta ahora.
Así, entre el 22 y el 25 del próximo mes de septiembre, numerosos cofrades de toda España se darán cita en la capital del viejo reino en la que será la edición número 33 –Salamanca acogió la segunda en 1989– del que es el foro semanansantero de ámbito estatal por antonomasia.
Faltan, pues, exactamente tres meses para que arranque el Encuentro. Aún quedan muchos detalles por conocer –que se van desvelando poco a poco–; pero ya sabemos, eso sí, que contará con la participación del cardenal Juan José Omella –presidente de la Conferencia Episcopal–, que Enrique Guevara nos describirá la Semana Santa española en su conjunto –él la conoce como pocos– o que Carlos García Rioja, una de las voces más acreditadas en lo que tiene que ver con la celebración pasional leonesa, sintetizará sus más de quinientos años de historia. Y que habrá otras ponencias, y comunicaciones, y una mesa redonda, y exposiciones, y recorridos por la ciudad, y un acto teatralizado… y mucho más. Y una procesión magna que, sobre el papel –desde luego– está llamada a poner un inmemorable broche final al evento. Y es que no todos los días se sacan a la calle más de veinte pasos…
Pero, independientemente del programa, los Encuentros son el marco ideal para compartir impresiones con cofrades de distintos lugares de la geografía estatal sobre cuestiones que a todos nos afectan –desde puntos de vista que van más allá de lo local–, aprendiendo los unos de los otros, conociendo mejor la Semana Santa de otras localidades –en la que es una muy buena ocasión para visitarlas, naturalmente–, intercambiando publicaciones –carteles, revistas, programas…–; pero, sobre todo, para reencontrarse con un montón de gente con la que no se coincide desde el año anterior y conocer a su vez a quienes se incorporan a la ‘familia’ de los Encuentros, formando improvisadas tertulias de pasillo que se acaban prolongando en el tiempo… Y lo digo con conocimiento de causa que, con el próximo, serán ya veinte, D.m., en los que habré participado.
Pero este, ni que decir tiene, será muy especial. Entre otras cosas porque llevamos sin Encuentro desde 2019 y son muchos los abrazos pendientes; pero, sobre todo, porque –como leonés que soy– tendré ocasión de ejercer de anfitrión en estos días en los que, además, quienes se acerquen a León –que se convertirá en el centro cofrade español– podrán hacerse una idea de lo que significa para esta tierra su Semana Santa.
Toda la información –en constante actualización, claro– está disponible en internet (https://www.semanasantaleon.org/33-enc), y el plazo de inscripción se encuentra ya abierto. ¡Ah! Y hasta el 31 de julio es más barato…
Anímense nuestros lectores a asistir que, además de ser recibidos como merecen –¡faltaría más!– puede ser buen momento, siquiera, para juntarnos y charlar un rato. En torno a una limonada –que es la bebida por excelencia en León por Semana Santa–, que no faltará, por supuesto…
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