«Todo ha venido de Cristo, incluso María; todo ha venido por María, incluso Cristo» (Benedicto XVI)
Siete años ya de tu marcha a la casa del Padre, donde estarás sin duda
disfrutando su presencia. Siete años de ausencia, pero también de recuerdos, de
buscarte en el corazón en los momentos difíciles de la vida y en las dudas de
fe. Gracias por regalarme la fe, en especial a través de la devoción a nuestras
imágenes, las de la familia.
¿Has visto cómo ha quedado de «guapa» nuestra querida Virgen de las
Angustias? Ya decías tú que esos no eran sus colores, que incluso en la
restauración previa algo te dijeron de un azul más azul y una túnica roja. Tú
estabas convencido, pero quizá, no era el momento, o no se dieron las
circunstancias, para intentar recuperar lo que el autor imaginó y realizó.
Ya ves, menuda sorpresa nos hemos llevado El manto como se pensaba y tú
decías, azul casi purísima, y la túnica tirando más a morado que al rojo que se
esperaba. ¿Una concesión del autor a la congregación y/o a la túnica del
Rescatado? No sé si es frecuente este color en las imágenes de la época, ya nos
dirán los expertos.
Quizá, no lo sé, solo quizá, el abuelo Ángel había oído al bisabuelo
Andrés hablar de los colores de nuestra virgen anteriores a su repinte y tú, de
niño, te quedaste con la copla. Qué importante es escuchar a nuestros mayores,
los que han conocido las cosas como eran antes, qué importante es la memoria.
Cierto es que la devoción de la familia es y seguirá siendo Jesús
Rescatado, al que tanto le debemos. Pero no es menos cierto que Ntra. Sra. de
las Angustias siempre ha tenido un lugar muy importante en el corazón de la
familia Martín, desde el bisabuelo y el abuelo, que cargaron con ella, pasando
por ti, que nunca la dejaste sola y te preocupaste de que saliera siempre a la
calle en Viernes Santo, consiguiendo el hito de recuperar su salida a hombros,
con mi presencia debajo y tú al martillo. Años después tuve yo el privilegio de
ponerme delante de ella y, si Dios quiere, pronto tu nieto continuará la
tradición de cargar con la imagen el próximo Viernes Santo.
Soy mariano y tú lo sabes. No puedo dejar de mirarla a la cara y
descubrir en ella esa mirada confiada en el Señor, a pesar de tener a su hijo
muerto en su regazo. Ella nos enseña a creer y a llegar a él. Es el gran modelo
de creyente, humilde, orante y esperanzada en la promesa de Dios.
Como bien dice el papa Benedicto XVI, «Todo ha venido de Cristo, incluso María; todo ha venido por María,
incluso Cristo», pues no se entiende uno sin la otra, y esta es verdadera
corredentora con su hijo Jesús.
Todas estas noticias que te cuento te harán muy feliz, estoy seguro. Los
que seguimos aquí, de la mano de Ntra. Sra. de las Angustias, intentamos ir al
encuentro de Jesús Rescatado en esta nueva Cuaresma que está ya pronta.
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