Ya más
que mediada la cuaresma podemos hacernos una idea de en qué va consistiendo la
misma en este año de nueva normalidad. Por
estas fechas ya estábamos el pasado año encerrados en casa, sin poder celebrar
en comunidad y surgieron las celebraciones on-line.
Benditas iniciativas que llegaron para unirnos en oración en un tiempo tan
difícil, en un tiempo de necesaria oración. Y también algunas cofradías se
unieron de este modo con sus hermanos. Otras se limitaron a recordar tiempos mejores. Y podemos también
intuir en qué va a consistir la celebración de la Semana Santa, en mi opinión,
más sombras que luces.
Podemos
celebrar. Sí, hermanos, podemos celebrar en comunidad y de forma presencial, ni
siquiera tenemos ya el ilegal aforo
igeíta de veinticinco personas. Nadie ha suprimido nuestros cultos, al
contrario, los marcan nuestros estatutos y deben celebrarse. Incluso nuestro obispo
nos invita a ello. Pues algunos no se han dado por enterados, celebraciones
suprimidas, actos anulados, otros ni en el pensamiento, algunos virtuales (bien está la difusión para
quien no quiera o pueda ir) pero se debe mantener la presencia de hermanos. ¿Iglesia en salida? Iglesia en regresión.
Veneraciones
históricas suprimidas o alteradas hasta su más absurdo detalle, pudiendo
hacerse con seguridad y distancia y acercando nuestras imágenes a sus devotos
que tanto necesitan su cercanía para orar, para ver su mirada de cerca y para
sentir su misericordia que viene de Dios. ¿Iglesia
en salida? Iglesia alejada.
Exposiciones
evangelizadoras las que se podían haber hecho. Existe un proyecto previo del 75
aniversario de la Junta de Semana Santa que habría acercado nuestro carisma,
nuestra forma de vivir la fe, a toda la diócesis. En cambio se opta por no
complicarnos la vida y traer una «procesión estática» (términos incompatibles)
de una asociación de Valladolid que dice ser de España. No entiendo qué aporta,
salvo poder contemplar la magnífica obra de Romero Zafra, Cautivo de España. ¿Iglesia en salida? Iglesia no
evangelizadora.
Actos
públicos en la calle, consustancial a nuestras cofradías, es lo nuestro. Bien
sabemos que no podremos procesionar, pero sí dar testimonio público de fe de
alguna manera, con imaginación, sin aglomeraciones, con aforos y distancias. No
pocas han sido las ocasiones en estos meses que hemos visto manifestaciones, e
incluso algún que otro espectáculo cultural promovido por el ayuntamiento, en
la calle. En nuestro caso, hay propuestas muy razonables y seguras. No tantas
como a mí me hubiese gustado. Sorprendentemente, antes de presentarlas a la
autoridad civil, las dificultades vienen desde dentro.Somos nosotros mismos los
que nos ponemos piedras, y hasta grandes rocas, en el camino. Las propias
estructuras de la Iglesia a la que pertenezco (Junta, Cabildo, Diócesis) son
las que ponen las mayores pegas: ¿miedo?, ¿presiones?, ¿comodidad? ¿Iglesia en salida? Iglesia miedosa.
La
caridad es otro pilar en nuestras cofradías, parece que después de un año duro,
desviviéndose por atender a los más necesitados, y tras la polémica de la
pasada Semana Santa, este año si habrá acción social conjunta. Pero sorpresa,
el destinatario de dicha acción no será ninguna ONG u organización de la Iglesia,
diocesana o universal. Quizá no tengan necesidades, no sabemos que existen o no
queremos nada con ellas. ¿Iglesia en
salida? Iglesia sin comunión.
Parece
que el Cabildo ya tiene decidido que nuestra Catedral se va a convertir en el nuevo
museo de Semana Santa en breves fechas, a juzgar por la cantidad de pasos que
albergará (tantos años buscando sitio y estaba bien céntrico). Esperemos que
también se puedan celebrar cultos, actos culturales e incluso musicales. De
todo tipo, oiga, que lo mismo contagia una coral, el miserere o agrupación
musical. ¿Iglesia en salida? Cabildo
desconcertante.
Están
consiguiendo lo que pretenden, con nuestra comodidad, con nuestra apatía, con
nuestra dejadez, con nuestro miedo infundado, con nuestra desgana, con nuestra
desunión.
¿Iglesia en Salida? Iglesia a las catacumbas.
0 comments: