Hace pocos días que acabaron las clases. Con ello se dejan atrás, sobre todo, los nervios de los exámenes y los madrugones para repasarlos. También montones de trabajos, pilas de ejercicios, exposiciones y un sinfín de actividades destinadas a la superación de una etapa que, mayoritariamente satisfactoria, llega a su fin. A todo ello debemos añadir la incomodidad de los protocolos anti covid mientras se acude a clase o se imparten las mismas. Desde aquí, mi enhorabuena a todos los maestros y sobre todo a los alumnos, en especial a los míos, por aguantar estoicamente la que les está cayendo encima y, además, hacerlo sin rechistar.
La ciudad universitaria por antonomasia se vacía de bachilleres que regresan a sus hogares y Salamanca vuelve a su apacible letargo. Ese que muchos salmantinos deseamos que llegue para poder caminar por nuestras calles sin toparnos con miles de novatos y veteranos, disfrutando de los placeres y sinsabores que les otorga la vida estudiantil.
Igual que en el plano académico, las hermandades, cofradías y congregaciones colocan su cartel de cerrado por vacaciones. Y eso da pie a que muchas personas consideren que deben colgar su hábito –el espiritual y cristiano, no ese de tela que llevamos sin utilizar ya dos largos años, algunos incluso más– hasta la próxima Cuaresma, o Semana Santa si me apuras. Me gustaría recordar a todos aquellos frikifrades, cofraudes y demás capillitas que, aunque haya finalizado Pentecostés y nos encontremos en tiempo ordinario, nuestras parroquias, iglesias y catedrales, siguen estando abiertas. Nuestras imágenes se encuentran en el mismo lugar que las dejamos al finalizar Semana Santa. Aunque no sea la ansiada semana de pasión muerte y resurrección de Cristo, debemos seguir dando testimonio cristiano.
Echando la vista atrás, recordando lo que ha sido este agitado año cofrade y sin repetir las acertadas palabras que nuestro estimado Tomás expuso en su columna titulada Memoria de fin de curso, es necesario decir que las hermandades, o al menos la mayoría, han sabido sacarle partido a la situación y han dado respuesta a las necesidades espirituales y semanasanteras que tanto echábamos en falta y todos necesitábamos. Por citar algunos: la tremenda puesta en escena que la hermandad Dominicana preparó con sus imágenes, acto que fue generosamente respondido con la afluencia de personas que hubo a todas horas en la puerta y alrededores del convento; la sencillez y elegancia de la hermandad Universitaria o Flagelado en la Clerecía, o el original y acertadísimo recorrido propuesto por la hermandad Hortelana durante el Viernes Santo mostrando los lugares más señalados de su procesión. Mención aparte merece la maravillosa exposición realizada por la hermandad Nazarena, que puso el broche de oro a todas las actividades realizadas por las hermandades durante el tiempo de Cuaresma y Semana Santa. También cabría señalar en este año la buena respuesta de los cofrades, por segundo año consecutivo, al curso de formación, tan necesario para todos, y la acogida que han tenido los últimos Lunes Cofrade ya con público.
Mucho me complacería que la situación que vivimos sirva como revulsivo para las hermandades y, una vez acabado todo esto, que lo hará, no vuelvan a acomodarse en esa postura anquilosada y estancada de la que tanto adolece nuestra Semana Santa charra. Es necesario seguir innovando y adaptarse a los tiempos que nos toca vivir, pero sin perder nunca de vista lo esencial, nuestra vida cristiana en comunidad.
No querría despedirme, a través de este espacio que se me concede para exponer mis reflexiones con respecto al mundo de la Semana Santa y todo lo que le rodea, sin antes agradecer a Javier, primeramente, que confiase en mí para colaborar en esta revista digital y, segundo, por convencerme para que me adentrase en la aventura de escribir. Ha sido todo un reto pero satisfactorio a la vez.
Como siempre mi más sincera enhorabuena Tamara por trasmitir tanta sencillez y paz espiritual en tus palabras....Ojalá pronto volvamos a veros procesionar con la devoción que os caracteriza...
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo ya queda menos!!!