Cristo de la Humildad | Foto: Manuel López Martín 16-03-2022 |
La Cuaresma del reencuentro está siendo rara. Tenemos una sensación bastante falseada de que todo vuelve a la normalidad, pero ni nosotros somos los mismos ni las cofradías son las de antes. Y en tan solo tres semanas Paco Gómez pronunciará en el Liceo el pregón más anunciado de nuestra Semana Santa. Diez días antes, en Valladolid, Isabel Bernardo hará lo mismo en la segunda edición de este pregón exterior, el último legado de José Adrián Cornejo, presidente cesante de la Junta de Semana Santa.
Las cofradías vuelven poco a poco a su actividad. Al ralentí. Se habla de ensayos poco concurridos, asambleas que se reúnen con menor asistencia de la acostumbrada y cultos cuaresmales con alguno menos de los habituales. Comienzan a llegar las revistas, Cruz de guía la primera, que sigue con la edición clásica empeñada en no ceder ante el inevitable empuje de la publicación digital. Se anuncia para el día 25 la presentación de Pasión en Salamanca en su edición número veintiocho. Los actos señeros parecen regresar. Tuvimos el besapié del Rescatado sin besos y asoma en el horizonte El poeta ante la cruz, que no paró con las restricciones de la pandemia, y este año promete con Ramiro Merino, todo un descubrimiento para la poesía religiosa. Luego seguirán los émulos poéticos, cada vez en más iglesias que aún no son basílica ni catedral.
Se anuncia lo ordinario y también lo extraordinario. Uno ya se pierde con la Semana Santa paralela. Están las procesiones y las paraprocesiones de traslados, viacrucis y esotros actos de carga y descarga fuera del horario permitido. Estas no disminuyen, más bien al contrario. Quizás eso explique la dualidad de carteles que anuncian la Semana Santa del veintidós. Está el resultante del concurso de fotografía, con esa impresionante instantánea de Manuel López titulada Franciscana, y el otro que ha aparecido de repente, con los emblemas de las cofradías en la fachada del Ayuntamiento. Dicen algunos que a santo de qué y yo no descartaría esa dualidad que tiende ya a lo bipolar. La foto es buena, la verdad, porque el vicepresidente de la Junta, Fernando Pena, no es malo y cuando se pone lo hace bien. Aunque pena es la que siento por Manuel López, que entre el cartel bis de la Semana Santa alternativa y el destierro de la portada de Christus, que tendrá de igual forma una gran foto de Pablo de la Peña, parece que el destino ha intrigado para diluir su protagonismo en el año regreso.
Todo como antes, o casi todo, pero con sensaciones extrañas. Algo se palpa en el ambiente tras estos dos años de ausencia que han dejado demasiadas incertidumbres. Nuevas procesiones que quedaron aplazadas, cambios en las salidas desde templos de acogida en régimen de préstamo. Mucho por hacer, con los nervios a flor de piel entre los que dan el callo día a día y la expectación de quienes, desde dentro o la periferia, esperamos con ansias que el regreso de nuestras procesiones transcurra con la mayor normalidad posible, si es que puede ser.
0 comments: