martes, 6 de mayo de 2025

Ser cofrade en tiempos de Resurrección

| | 0 comments

Almudena Salvador Atienza


06-05-2025


Tras el recogimiento de la Cuaresma y la intensidad de la Semana Santa llega la Pascua, tiempo de luz que rompe toda tiniebla, tiempo de esperanza, de alegría desbordante, de vida que vence a la muerte.

El cofrade vive muy intensamente la pasión y muerte del Señor. Por eso nos quedamos estancados y no avanzamos, nos olvidamos de recoger el verdadero mensaje que encierra el hecho por el que Jesús muere en la cruz.

Estas líneas pretenden no olvidar lo esencial del mensaje, para tener presente lo realmente importante, refrescando lo que como cristianos ya sabemos. Recordar que el mensaje que encierra la resurrección es que el amor venció al odio, la luz venció a las tinieblas, la verdad venció a la mentira, el perdón venció a la venganza.

Ser cofrade tras la resurrección del Señor implica mantener el compromiso, no se puede tirar la toalla, porque nada acaba y todo empieza, porque es justamente ahora cuando el cofrade adquiere una dimensión más profunda. Es ahora cuando empieza otra etapa no menos importante, quizá menos visible, pero más esencial. Es el Domingo de Resurrección cuando todo cobra sentido. Es ahora cuando nuestra misión cobra mayor importancia y debemos proclamar que la tumba no encierra la muerte, sino que se abre a la eternidad, debemos convertirnos en portadores de esa buena noticia. La resurrección de Cristo nos libera de la esclavitud del pecado.

El Lunes de Pascua despedimos con gran pesar a nuestro Santo Padre, el papa Francisco, quien nos regaló centenares de buenos mensajes y consejos antes de partir. El último durante su bendición del Urbi et Orbi del pasado 20 de abril de 2025, que ya no pudo leer. «Sí, la resurrección de Jesús es el fundamento de la esperanza; a partir de este acontecimiento, esperar ya no es una ilusión. Gracias a Cristo crucificado y resucitado, la esperanza no defrauda. ¡Spes non confundit! Y no es una esperanza evasiva, sino comprometida; no es alienante, sino que nos responsabiliza». En este año jubilar, todo cobra un especial sentido. «El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día».

Ser cofrade en tiempos de Resurrección es un privilegio y una responsabilidad como nos dice el papa Francisco. Es vivir con la certeza de que Cristo ha vencido y nosotros con él. Es dejarse transformar por esa luz para ser también luz en medio del mundo. Porque si verdaderamente hemos acompañado al Señor en su Pasión, ahora estamos llamados a proclamar con nuestra vida que él vive.

La Resurrección invita al cofrade a vivir con alegría, a perdonar con generosidad, a servir sin descanso, a luchar por la justicia. Es tiempo de abrir las puertas del corazón, de compartir la fe, de salir al encuentro del que sufre, del que duda, del que está solo.

En resumen, ser cofrade después de la resurrección significa continuar la fe y el compromiso con la comunidad de hermanos, manteniendo vivo el mensaje de esperanza que la resurrección conlleva. La fe en Cristo, la participación en la vida de la Iglesia, la oración, la caridad y la unión entre los hermanos son elementos clave en la vida de un cofrade.

Ser cofrade en tiempos de resurrección conlleva comunicar y transmitir el mensaje que Jesús dejó escrito en nuestros corazones.



0 comments:

¿Qué buscas?

Twitter YouTube Facebook
Proyecto editado por la Tertulia Cofrade Pasión