07-05-2021
«La
música cofrade en Castilla y León es un elemento muy importante en las
celebraciones de la Semana Santa de nuestra Comunidad, siendo desarrollada por
distintas formaciones». Así empieza el comunicado conjunto que ha unido a 74
bandas y agrupaciones de Semana Santa de toda la Comunidad, ocho de ellas en
Salamanca, para que se acabe con lo que consideran una «injusticia», un Reo de
Muerte entre rejas por la incapacidad de que más de cuatro personas se puedan
reunir para ensayar, una situación que provoca que sea inviable que se produzca
ningún tipo de organización para la esencia de la Semana Santa.
El
prejuicio va a más cuando en la misma situación las escuelas de música o las
orquestas musicales pueden ensayar de la misma forma, o por ejemplo las clases
del Conservatorio. ¿O acaso la corneta que suena en una banda tiene una
categoría menor que la que lo hace en un auditorio? Discriminaciones sin ningún
estudio científico que vuelve a situar a los colectivos musicales de Semana
Santa en un segundo plano. Hay que recordar que no se han llevado los
principales titulares de las suspensiones. No solo son las imágenes, los
nazarenos y los hermanos de carga o costaleros que las portan. Han perdido
todos sus contratos durante dos años y solo, salvo pequeñas excepciones, se les
ha asignado parte del contrato que tenían firmado. En la mayoría de los casos
en 2020 el compromiso se extendió a 2021, situación que como ya saben tampoco
se ha llegado a formalizar.
¿Alguien
imagina la salida de Jesús de la Pasión sin «La Saeta» o el Himno Nacional que
pone los pelos de punta a ateos, agnósticos y creyentes cuando se abren las
puertas de la iglesia? ¿Se entendería nuestra Semana Santa tal y como la
conocemos sin música? El poder del silencio de la Vera Cruz con el Cristo de
los Doctrinos resuena más fuerte por el contraste de las notas y los bombos que
anuncian la llegada de la Pasión. Por eso, no se les puede dejar solos. Forman
parte de la Semana Santa: muchos de ellos con la medalla de sus hermandades, ya
que su banda forma parte de la misma cofradía, pero otros muchos tienen la
misma devoción hacia las imágenes que acompañan sin formar parte de ellas. Mi
respuesta es que no se entendería.
En
una de las conversaciones con el presidente de la Junta de Semana Santa,
Francisco Hernández, hablamos sobre este tema y la intención de darles un mayor
protagonismo cuando pueda volver a la normalidad. Me consta que está trabajando
en ello para que toda Salamanca pueda ver a sus bandas unidas como aquellos
antiguos conciertos. Mientras tanto, las autoridades deben dar un paso adelante
para que, con todas las condiciones de seguridad, ellos puedan seguir haciendo
su trabajo. Para que mañana nadie eche en falta la corneta marcando una «Injusta
sentencia».
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