viernes, 29 de diciembre de 2023

Cambio de tiempo litúrgico, cambio de año, ¿cambiamos nosotros?

| | 1 comentarios

 Charo Martín Fraile

Foto: Pablo de la Peña
     
       

29-12-2023

Litúrgicamente, volvemos al tiempo ordinario, ese tiempo que ocupa la mayor parte del año. Como sabemos, siempre con dos periodos separados. El primero se inicia tras el tiempo de Navidad y termina antes del Miércoles de Ceniza; el segundo comienza después del tiempo de Pascua y llega hasta el sábado antes del primer domingo de Adviento.

Pero no se percibe así en las hermandades y cofradías lo del tiempo ordinario, me refiero, sino todo lo contrario. Se da el pistoletazo de salida inmediatamente después de la fiesta de la Epifanía del Señor.

Sí, salida a esa carrera de medio fondo que tiene su meta al inicio de la cuaresma. Donde, sin más dilación, todo tiene que estar programado y en vías de ejecución para llegar a una salida penitencial de la cofradía o hermandad lo más impecable posible, según los criterios subjetivos de las juntas de gobierno o, incluso, de determinados miembros de estas, que se consideran los más capaces para esto de «montar procesiones».

Aparecen las ideas innovadoras, los estrenos, las novedades en cuanto al recorrido del desfile penitencial para este año. Incluso aparecen también las ideas para cambiar, en algunos casos, los principios fundacionales de la cofradía cuando, en la mayoría de los mismos, no han sido autorizados por las asambleas de hermanos, ni muchísimo menos consultadas las decisiones unilaterales, tomadas por una parte minoritaria de hermanos que deciden por el resto, sin tener en consideración las opiniones de sus confraternos, que son, al menos, tan válidas y legítimas como las suyas.

Por supuesto, todo esto avalado y bendecido por los órganos de gobierno, quienes no tienen mayor problema en destinar «dineros de la cofradía» para cuanto sea preciso en aras de que esos proyectos no consensuados por la asamblea de hermanos se materialicen, no vaya a ser que no se puedan poner en práctica en la próxima salida penitencial.

Así que todo vale. Porque hay que modernizarse, dicen los entendidos. Hay que ir con los tiempos y, por encima de todo, hay que aumentar las nóminas de hermanos de la cofradía, a ser posible de hermanos de carga o costaleros, porque lo de los hermanos nazarenos es secundario.

Fijaos si es secundario que, hasta los propios hermanos de fila o nazarenos, dejamos que decidan por nosotros en cuanto a la estética de los desfiles procesionales, concediendo con nuestras actitudes «pasotas» la capacidad a otros hermanos para que nos obvien a la hora de tomar decisiones de «calado» en el seno de la hermandad, cofradía o congregación.

En fin, más de lo de mismo. Repetimos errores, año tras año, y vuelta a empezar. Con poco propósito de enmienda y el consentimiento pusilánime de la jerarquía diocesana, que debería orientarnos para evitar conflictos innecesarios y rencillas entre hermanos. Eso que se llama práctica de la caridad cristiana.

Pero por ahora, nos alegramos con la inminente llegada de la fiesta de la Circuncisión del Señor, el próximo día 1 de enero y las ilusionantes fechas previas a la Epifanía del Señor, el día 6.

Que es lo que corresponde.

Feliz y próspero año 2024, hermanos.


 

1 comentarios:

  1. Que pena que nadie pueda parar los pies a los que ya se han cargado 80 años de historia. Y todo con el dinero de la hermandad, sin consultar, y lo más lamentable, sin que el obispo mueva un dedo

    ResponderEliminar

¿Qué buscas?

Twitter YouTube Facebook
Proyecto editado por la Tertulia Cofrade Pasión