La emoción que sentías cuando eras pequeño al montar en un carrusel de feria era enorme, porque sabías que ibas a pasar miedo, vértigo, terror, alegría, risas… un sinfín de sensaciones. Todas concluían de golpe al pararse la atracción porque se había acabado el duro, ahora el euro.
El año pasado por estas fechas, días previos a la Semana Santa, los medios de comunicación bullían escribiendo sobre los actos de Pasión, los eventos que había alrededor del XX aniversario del título de Semana Santa de Interés Turístico Internacional, de la importancia del pregonero, el ilustrísimo alcalde Carlos García Carballo, de los preparativos, conferencias, charlas… Se vivió la gula en estado puro.
Dice el refranero que después de la tormenta llega la calma, pero este año ha sido tanta que la apacibilidad se ha tornado en olvido público.
Antes de la Navidad, un gran número de bloques decoraron la plaza del Liceo donde se veían fotografías con pasos de Semana Santa, con la extrañeza que producía al paseante, más dispuesto a pensar en el nacimiento que en la crucifixión. Acto en el Liceo, entrega de premios e Intur. Y se acabó.
Llega enero, Salamanca va a Fitur, una de las ferias de turismo más importantes del mundo, y vemos al alcalde ‒todavía ostentando el título de pregonero semanasantero‒ que explica en Madrid las constelaciones, así las nombró, que tiene Salamanca.
A la sazón: Constelación arqueológica, donde están desde el Cerro de San Vicente a la Cueva de Salamanca; la Constelación de huertos y jardines históricos, como el de Calixto y Melibea, el de San Francisco, los huertos urbanos o el río Tormes; la Constelación de iglesias y lugares de espiritualidad, donde perdió una gran oportunidad de hablar de la Semana Santa de Salamanca, de la que tanto y tanto habló el pasado año, pero este ya no celebramos efemérides rimbombantes; la Constelación de museos y colecciones, donde están desde la Casa Lis al museo Taurino, este último recibe una media de catorce visitas al día, y la Constelación de retablos barrocos, aquí entran San Esteban, la Purísima, Vera Cruz, otra oportunidad perdida para hablar de la cofradía más antigua de la ciudad, o la capilla de la Universidad.
Lo que sí se hizo en Fitur fue firmar un convenio entre el Ayuntamiento de Salamanca y la Asociación de Hostelería de Salamanca, quizá por aquello de que este año ‒2024‒ hay otra conmemoración, la del XXX aniversario de la Nochevieja Universitaria, también llamada Año Nuevo Universitario.
Las comparaciones… Recurriré a los clásicos para que me echen una mano y sean ellos los que las definan. Así, en La Celestina IX, 35, se puede leer: «Toda comparación es odiosa» y en El Quijote II, 23: «Las comparaciones son siempre odiosas».
La Plaza Mayor. Nochevieja Universitaria, Año Nuevo Universitario (LCS)
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