La paz
de Cristo resucitado esté con vosotros. En estos días de la cincuentena
pascual, me ha gustado mucho el gesto sorprendente que está llevando a cabo la
Cofradía de la Vera Cruz, a petición de la Comisión Diocesana para el Jubileo
2025 y el Servicio de Pastoral de la Salud, en el Hospital Clínico de
Salamanca. Y es que se han atrevido a trasladar hasta la pequeña y escondida
capilla nada menos que una de las imágenes más icónicas y bellas de la Semana
Santa salmantina: la de Jesús Resucitado, del escultor Alejandro Carnicero (ca.
1726). Durante ocho días, del 17 al 24 de mayo, nada más entrar en la capilla,
esta imagen nos impresionará al ser recibidos y acompañados por el Resucitado.
Al
principio, choca a nuestra mirada, acostumbrada a lo de «siempre se ha hecho
así», esta novedad, porque hasta el momento hemos contemplado esta bella
escultura dentro de la encantadora capilla de la Vera Cruz, lugar para el que
fue encargada al escultor, e igualmente fue concebida para la procesión del
Encuentro del Domingo de Resurrección, e incluso la hemos visto en alguna
exposición de arte sacro. Sin embargo, en el Hospital, aparentemente parecía
que no era su contexto apropiado. No obstante, nuestra mirada cambia cuando
dejamos que no sea solo el continente, sino también el contenido de la imagen,
es decir, el mismo Señor resucitado, el que cambie nuestro corazón.
Las
palabras del ángel, anunciando la resurrección del Señor a las mujeres que
acudieron al sepulcro el primer día de la semana, resaltan sobre el cartel con
el que se nos convoca a participar en los actos celebrativos de la Pascua del
Enfermo 2025, dando así sentido a la presencia de esta imagen en el Hospital: «Allí
lo veréis» (Mt 28,7). Esto significa que la imagen del Resucitado de Alejandro
Carnicero no está fuera de lugar, sino que precisamente va a adquirir aquí todo
su sentido, entre los enfermos, sus familias y el personal sanitario, al
convertirse en signo de esperanza y paciencia en medio del dolor y la muerte de
la humanidad. Por cierto, debo recordar que el primero que entendió que la
imagen del Resucitado debía estar en el Hospital de Salamanca fue precisamente
el pintor Genaro de Nó, quien lo representó al final de su Via Crucis, hoy día
trasladado afortunadamente a la capilla del Centro de los Montalvos.
Hay
que entender este gesto dentro del marco del Jubileo 2025, dedicado a la virtud
de la esperanza. Las palabras escritas por el papa Francisco en la carta de
convocatoria a este año santo han sido inspiradoras para dar el paso de bajar
hasta el hospital la imagen del Resucitado con la intención de que sea un signo
de esperanza: «Que se ofrezcan signos de esperanza a los enfermos que están en
sus casas o en los hospitales. Que sus sufrimientos puedan ser aliviados con la
cercanía de las personas que los visitan y el afecto que reciben» (Spes non
Confundit 11).
También
esto mismo nos dice, desde su experiencia de acompañamiento, Mercedes Bayo,
religiosa de los Sagrados Corazones y miembro del SARC (Servicio de Asistencia
Religiosa Católica): «La imagen está para ayudarnos a rezar en clave de
esperanza, de resurrección y de paz en un contexto donde el dolor y la
enfermedad nos hace dudar y poner bajo sospecha el amor de Dios y su
misericordia...».
Os
invito a acercaros y participar, a los hermanos de las cofradías de la
diócesis, a las celebraciones que van a suceder en esta semana en el hospital.
Es una nueva manera de proseguir en esta cincuentena pascual la procesión del
Encuentro que empezó el Domingo de Resurrección. Enhorabuena a la Cofradía de
la Vera Cruz por este gesto tan novedoso en comunión con la diócesis, gracias.
0 comments: