No le agradeceremos lo suficiente
al Ayuntamiento lo que brea y brega porque los salmantinos y turistas no tengan
el Síndrome de Stendhal. Esa reacción psicosomática ante la belleza abrumadora
del arte, que causa síntomas como taquicardia, mareos, sudoración, confusión y
ansiedad. No preocuparse. No es una enfermedad grave sino una respuesta intensa
del cuerpo a la experiencia estética intensa.
Salamanca no es Florencia, que es
donde se da más este Síndrome de Stendhal, pero tiene rincones y calles de una
belleza que sobrecoge, como puede ser la calle Compañía enmarcada entre la
Clerecía y la Casa de las Conchas y el Palacio de Monterrey, con el rinconcito
de San Benito.
Estudié en la Pontificia durante
cinco años, así que tengo vista Compañía con nieve, niebla y la cambiante luz
del sol dependiendo de las estaciones sobre la piedra de Villamayor. Si jugamos
con su nombre, sin tintes religiosos, es una calle que a veces acompaña, otras
turba y siempre sorprende. Todo ello sin pretenderlo.
Lo que no esperaba la calle
Compañía es que la afearan. Durante su historia, cada pared que se ha ido
levantando ha contribuido a darle la personalidad que tiene hoy. He aquí, que
un 20 de marzo de 2023 a la calle Compañía le salió una neoplasia a modo de
volumen de acero inoxidable, con unas dimensiones aproximadas, incluida la
peana de granito, de 4,6 metros de altura.
Si un turista o una persona de
Salamanca, que no tenga ninguna vinculación con la Semana Santa, camina por la
calle Compañía y se encuentra con esta figura, podría pensar que la capital
charra, vete tú a saber el porqué, le ha dedicado una figura a Darth Vader.
Parafraseando el inicio de La Guerra de las galaxias… Hace casi
tres años, en una ciudad muy, muy del interior... viajó por el espacio para
convertirse en la representación de los cofrades Darth Vader, pero no en
cualquier momento de la saga, sino en el preciso instante en el que le dijo a
Luke Skywalker: «No, yo soy tu padre».
Los críticos aseguran que el
significado de esta expresión es un giro dramático en El Imperio Contraataca. Un momento crucial que destruye la
idealización de Luke sobre su padre y lo obliga a madurar, confrontando la
verdad de su origen y la caída de su progenitor al lado oscuro, un tema
psicológico profundo sobre la figura paterna y la identidad.
Aprendiendo del Séptimo Arte,
quizá lo que nos quiere decir esta fulgurante escultura es que todos tenemos un
lado oscuro, que envolvemos para ocultarlo en actos más o menos grandilocuentes.
Según rezan las crónicas de aquel
20 de marzo de 2023, esta escultura solo le costó a las arcas municipales
20.648 euros. El artista no cobró nada.
Se suele decir que cuando algo es
gratis, el precio eres tú. En este caso, debemos agradecer que la calle
Compañía ya no produzca el síndrome de Stendhal y que desde hace un tiempo le
cueste aparecer en las listas de La calle
más bonita de… España. Será que nos hemos pasado al lado oscuro.




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